GTC 2022
Nvidia se convierte en una plataforma para crear aplicaciones de inteligencia artificial y mucho más.
El pasado 22 de marzo tuvo lugar la keynote del evento GTC 2022, orientado a la comunidad de desarrolladores, donde Jensen Huang, el CEO de Nvidia presentó las novedades de la compañía.
Si comparamos el auge de la Inteligencia Artificial de la última década con la fiebre del oro que ocurrió en mitad del siglo XIX en California, Nvidia sería el mayor fabricante de picos y palas.
Y es que sus GPUs, inicialmente diseñadas para procesar gráficos por ordenador (por ejemplo para videojuegos), se pudieron aprovechar para entrenar redes neuronales profundas. Esto, unido a la disponibilidad de grandes conjuntos de datos, ha originado la revolución que estamos viviendo en el campo de la inteligencia artificial.
Tras la keynote de este año, queda claro que Nvidia es algo más que un proveedor de hardware especializado: ahora es una empresa que ofrece una plataforma genérica de creación de aplicaciones de inteligencia artificial. Esta transformación no es posible en empresas de este tamaño sin un liderazgo fuerte, siguiendo una estrategia de inversión a largo plazo, y evitando la tentación de exprimir a la gallina de los huevos de oro repartiéndose los abundantes beneficios.
En este sentido, hay que ensalzar la figura de su CEO y fundador Jensen Huang, por haber apostado por esa transformación mientras la compañía atravesaba su momento dulce.
Vamos a resaltar los elementos de la presentación que más nos han llamado la atención, a la vez que reflexionamos sobre el papel de Nvidia en el pasado, presente y futuro de la inteligencia artificial.
No sólo GPUs
En el capítulo de hardware, resulta impresionante cómo Nvidia ha sido capaz de ampliar su oferta con GPUs especializadas para cloud y que como es habitual mejoran notablemente a sus predecesoras, siguiendo una especie de Ley de Moore de la computación masiva en paralelo. Pero Nvidia también nos enseña su linea Grace de CPUs también orientadas a cloud y optimizadas para los flujos de comunicación con las GPUs, algo que suele ser un cuello de botella en los entrenamientos de redes neuronales con grandes volúmenes de datos. Y no conformándose con eso, también nos muestran una tarjeta de red diseñada para optimizar las comunicaciones entre distintas máquinas que contengan las GPUs y CPUs de Nvidia, para formar potentes supercomputadores.
En definitiva, Nvidia nos podrá suministrar toda la infraestructura necesaria para entrenar los próximos modelos de más de un trillón de parámetros. En poco tiempo, las empresas tendrán a su alcance una capacidad de cómputo sin precedentes, hasta ahora sólo disponible para los estados o los grandes gigantes tecnológicos. El futuro con un mayor acceso a la supercomputación no puede ser más expectante.
No sólo Hardware
Como hemos mencionado al inicio, gracias a una acertada estrategia empresarial, Nvidia se ha transformado en algo más que el hardware que comercializa. Y la clave ha sido una deliberada apuesta por dotar al software de un papel preponderante dentro de su ecosistema, algo poco habitual en las empresas de su sector. Esta apuesta permitió a los científicos utilizar las GPUs de una manera sencilla para entrenar sus modelos de redes neuronales profundas. Y también ha supuesto una barrera de entrada para la competencia directa, que tras más de 10 años todavía no ha sido capaz de vencer.
El ecosistema Nvidia de software se compone de un conjunto de librerías muy avanzadas que permiten acceder a su hardware de manera fácil y con la máxima flexibilidad. Y sobre estas librerías, Nvidia ofrece una infraestructura que permite el desarrollo de aplicaciones de más alto nivel, agnósticas al hardware que tienen por debajo. Para demostrar todo el potencial, también ofrece aplicaciones que, partiendo de modelos pre-entrenados, nos permiten generar soluciones de inteligencia artificial “llave en mano”. Por ejemplo: aplicaciones de reconocimiento y síntesis del habla, de segmentación de imágenes de microscopio, o de doblaje automático de voz traduciendo a varios idiomas.
No sólo Inteligencia Artificial
La plataforma de desarrollo de aplicaciones más sorprendente que ofrece Nvidia es sin duda Omniverse. Es una plataforma en la nube que habilita un sinfín de aplicaciones, hasta ahora no asequibles para la mayoría de las empresas. Por ejemplo, con Omniverse se puede crear un modelo de la tierra para predecir fenómenos meteorológicos, con mayor exactitud y menor coste computacional que los modelos numéricos tradicionales.
Con Omniverse podemos crear gemelos digitales de gran precisión, que simulan no sólo la apariencia del mundo real, sino también las leyes físicas que lo gobiernan. Las aplicaciones de esta tecnología son enormes en el campo de la inteligencia artificial, pero también en otros campos como el diseño gráfico, la realidad virtual o la animación digital.
En el ámbito de la inteligencia artificial, Omniverse se puede utilizar para crear gemelos digitales de una fábrica, con los que podemos entrenar robots en un entorno simulado a gran velocidad. Una vez el aprendizaje es óptimo en el simulador, podemos transferirlo al mundo real con mínimos ajustes. Esta técnica se conoce como sim2real, y aunque todavía está en un estado embrionario, Nvidia nos la enseña por primera vez en una aplicación comercial.
Como ejemplo de las aplicaciones de Ominiverse en otros ámbitos, Nvidia nos muestra una demo en la que varios arquitectos trabajan sobre el mismo diseño alojado en la nube de Omniverse. Desde distintas ubicaciones y desde cualquier dispositivo, pueden visualizarlo desde cualquier ángulo, y realizar cambios que se reflejan en tiempo real.
En resumen, esta keynote es una mirada al futuro, sin perder de vista su carácter promocional, sirviendo como una gran campaña de marketing para la marca. Pero es el futuro donde queremos estar, el cual gracias a los rápidos avances en la capacidad de cómputo propiciados por Nvidia, se intuye cada vez más cerca.
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